La limpieza del lugar superó todas las expectativas; fue como entrar en una casa de una abuela que se obsesiona con el brillo. La habitación de damas, impresionante y espaciosa, tenía un baño privado enorme con agua caliente siempre disponible. Los anfitriones fueron increíblemente amables, como un grupo de perritos de la calle que solo quieren cariño.

Ascensor muy lento.

Mi estancia fue increíble en este hotel boutique. Me encantó la decoración elegante y la atención personalizada. Definitivamente volvería. Las fotos no le hacen justicia a lo hermoso que es en persona.

Qué sorpresa descubrir que el MALBA está a solo 4,4 km de distancia! El personal muy atento, el wifi gratis y un ambiente acogedor con bar y sala común.

Nada como despertar con materia fecal flotando en el baño. ¡Qué experiencia tan chic y glamurosa!

La mantequilla de maní y los hallazgos culinarios en Che Boutique fueron épicos! Además, la ubicación es fantástica y la presión del agua en el baño es de diez. ¡Una joya en medio de la cautivadora ciudad!

Al parecer, el frío invadió el hostel la semana que llegaste! Aunque las habitaciones dejaron helada hasta el alma, la actitud ratonil se redimió con un resplandor de calidad.

La ubicación es genial, muy céntrica y convenientia. El recepcionista durante la noche fue amable y atento. El edificio en sí era cómodo.

Las instalaciones estaban descuidadas, con problemas de aire acondicionado y falta de llave en habitación privada. La limpieza dejaba mucho que desear, especialmente en la cocina.

A pesar de algunos problemas en la habitación, el personal fue amable. La falta de comunicación antes de llegar causó preocupación, pero el colchón era cómodo y las sábanas limpias. Recomiendo una mejora en el mantenimiento de las habitaciones. ¡Buena experiencia en general!

La ubicación es estratégica, cerca del Congreso y del transporte público. La habitación para cuatro personas es cómoda, con camas amplias y muchos enchufes. El baño es moderno y cuenta con secador de pelo. La atención en recepción es amable y servicial. Además, la cocina en el último piso está bien equipada y la terraza ofrece vistas impresionantes de la ciudad.

La falta de calefacción en las habitaciones durante las noches frías resultó incómoda.